Microsoft está creando un equipo para desarrollar "superinteligencia" médica.

Según él, la corporación tiene la intención de invertir considerablemente en el proyecto y atraer a investigadores de primer nivel, entre ellos Karen Simonyan, quien se convertirá en la científica jefe de Microsoft AI. Simonyan y Suleiman trabajaron anteriormente en DeepMind, un centro de investigación clave en IA que creó los modelos AlphaZero y AlphaFold. La experiencia de esta compañía, según Suleiman, sentó las bases del nuevo enfoque de Microsoft, centrado en formas altamente especializadas de IA.
DeepMind desarrolló modelos que predijeron por primera vez las estructuras de más de 200 millones de proteínas, un hito en biomedicina que aceleró el desarrollo de nuevos fármacos. Microsoft prevé utilizar un enfoque similar, centrándose en la resolución de problemas científicos y médicos específicos donde la IA pueda tener el mayor impacto práctico.
El nuevo equipo formará parte de la estrategia integral de IA de Microsoft, que combina investigación fundamental, potencia informática y la aplicación práctica de tecnologías en economía y salud. El objetivo del equipo es crear la llamada superinteligencia médica: un sistema capaz de realizar diagnósticos y respaldar decisiones clínicas con una precisión y velocidad que superen las mejores prácticas humanas.
Se espera que estos modelos puedan analizar imágenes médicas, interpretar datos de laboratorio, generar predicciones diagnósticas y sugerir planes de tratamiento óptimos basados en una combinación de factores clínicos. Microsoft confía en que esto acelere el diagnóstico de enfermedades raras y crónicas, mejore la precisión de las decisiones y reduzca la carga de trabajo del personal médico.
Según Suleiman, alcanzar la «superinteligencia» médica es posible en los próximos dos o tres años. Citó el rápido crecimiento de la potencia informática, el desarrollo de modelos de última generación y los recursos de ingeniería combinados de Microsoft y OpenAI como factores clave. Al mismo tiempo, la empresa tiene la intención de mantener un fuerte enfoque en los principios éticos y la transparencia para evitar riesgos tecnológicos y fortalecer la confianza en la IA en la atención médica.
La iniciativa de Microsoft se desarrolla en un contexto de creciente competencia. Meta (empresa catalogada como organización extremista y prohibida en Rusia) ofreció bonos récord de hasta 100 millones de dólares en 2025 para atraer a investigadores de primer nivel, mientras que Safe Superintelligence Inc., una startup fundada por el exdirector de tecnología de OpenAI, Ilya Sutskever, también trabaja en formas más seguras de IA. Estos proyectos ya se consideran el siguiente paso más allá de los modelos de lenguaje a gran escala centrados en tareas de propósito general.
Suleiman señaló que Microsoft considera que las máquinas autónomas con capacidad de autoaprendizaje no pueden controlarse por completo, por lo que la empresa se centra en tecnologías que sirvan a los intereses humanos. Microsoft subraya que el desarrollo de la «superinteligencia» humanista no solo debe ampliar las capacidades médicas, sino también ser éticamente sostenible, transparente y segura para su uso práctico.
Mientras tanto, Microsoft continúa desarrollando soluciones aplicadas en el ámbito de la salud digital. La compañía presentó una versión actualizada de su asistente de IA Dragon Copilot, desarrollado en colaboración con los sistemas de salud estadounidenses Mercy y Advocate, específicamente para enfermeros. La solución está integrada en la aplicación móvil Epic Rover y utiliza tecnología de IA ambiental —reconocimiento de voz en segundo plano y del contexto— para convertir automáticamente las conversaciones entre enfermeros y pacientes en registros electrónicos estructurados. Esto reduce el tiempo de documentación y mejora la precisión.
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